Here is an article from the Spanish site of CNA (Catholic News Agency) Aciprensa of a L'Osservatore Romano interview in which Cardinal Bertone explains and defends the vision and activity of Pope Benedict promoting the Catholic liturgical heritage in absolute fidelity and continuity. So far I only find it in Spanish. The full interview is scheduled to be published in Sunday's L'Osservatore Romano.
El Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone, señaló que las "elucubraciones y susurros sobre presuntos documentos de retroceso" en cuanto a la reforma de la Iglesia, en continuidad con la Tradición y el Magisterio iniciada con el Concilio Vaticano II, "son puras invenciones según un cliché estandarizado y vuelto a proponer de manera obstinada" por algunos.
Así lo indicó el Purpurado vaticano en una entrevista concedida a L'Osservatore Romano al ser preguntado por "algunas reservas" o "temores" de algunos que consideran que el Papa Benedicto XVI estaría yendo "contra" el Concilio Vaticano II, cuando la realidad demuestra todo lo contrario.
"Para entender –explicó el Cardenal– las intenciones de acción del gobierno de Benedicto XVI es necesario referirse a su historia personal –una experiencia variada que le ha permitido atravesar la Iglesia conciliar como verdadero protagonista– y, una vez elegido Papa, al discurso de inauguración de su pontificado, al de la Curia romana el 22 de diciembre de 2005 y a los actos precisos por él queridos y firmados (y en cada momento pacientemente explicados)".
Seguidamente el Secretario de Estado cita algunas "instancias del Concilio Vaticano II promovidas constantemente por el Papa con inteligencia y profundidad de pensamiento: la relación más comprensiva con las Iglesias ortodoxas y orientales, el diálogo con el judaísmo y con el Islam, que con recíproca atracción, ha suscitado respuestas y profundizaciones nunca antes vistas, purificando la memoria y abriéndose a las riquezas del otro".
Tras resaltar la buena relación que tiene el Papa con los obispos, el Cardenal Bertone señaló que "en cuanto a la reforma de la Iglesia –que es sobre todo una cuestión de interioridad y de santidad– Benedicto XVI nos ha llamado a la fuente de la Palabra de Dios, a la ley evangélica y al corazón de la vida de la Iglesia: Jesús, el Señor conocido, amado, adorado e imitado"."Con el volumen de Jesús de Nazaret y con el segundo que está preparando, el Papa nos hace un gran don y nos recuerda su voluntad de 'hacer de Cristo el corazón del mundo'", añadió.
Luego de explicar que en su pontificado, Benedicto XVI hasta el momento ha hecho más de 70 nombramientos, el Cardenal Bertone advierte que, en los medios seculares, está como "establecida la costumbre de imputar al Papa –o como se dice, sobre todo en Italia, al Vaticano– la responsabilidad de todo lo que sucede en la Iglesia o lo que declara cualquier miembro de las Iglesias locales, instituciones o grupos eclesiales. Esto no es correcto".
"Benedicto XVI es un modelo de amor a Cristo y la Iglesia, la persona que es Pastor universal, la guía en la vía de la verdad y la santidad, indicando a todos la medida alta de la fidelidad a Cristo y la ley evangélica", añadió.
Lo que es justo, explicó el Cardenal Bertone, "para una correcta información, es atribuir a cada uno (unicuique suum) la propia responsabilidad por los hechos y las palabras, sobre todo cuando estas contradicen patentemente las enseñanzas y el ejemplo del Papa".
"La imputabilidad es personal, y este criterio vale para todos, incluso en la Iglesia. Pero sobre todo el modo de informar y juzgar depende de las buenas intenciones y del amor por la verdad de los periodistas y los medios", explicó el Secretario de Estado.
Así lo indicó el Purpurado vaticano en una entrevista concedida a L'Osservatore Romano al ser preguntado por "algunas reservas" o "temores" de algunos que consideran que el Papa Benedicto XVI estaría yendo "contra" el Concilio Vaticano II, cuando la realidad demuestra todo lo contrario.
"Para entender –explicó el Cardenal– las intenciones de acción del gobierno de Benedicto XVI es necesario referirse a su historia personal –una experiencia variada que le ha permitido atravesar la Iglesia conciliar como verdadero protagonista– y, una vez elegido Papa, al discurso de inauguración de su pontificado, al de la Curia romana el 22 de diciembre de 2005 y a los actos precisos por él queridos y firmados (y en cada momento pacientemente explicados)".
Seguidamente el Secretario de Estado cita algunas "instancias del Concilio Vaticano II promovidas constantemente por el Papa con inteligencia y profundidad de pensamiento: la relación más comprensiva con las Iglesias ortodoxas y orientales, el diálogo con el judaísmo y con el Islam, que con recíproca atracción, ha suscitado respuestas y profundizaciones nunca antes vistas, purificando la memoria y abriéndose a las riquezas del otro".
Tras resaltar la buena relación que tiene el Papa con los obispos, el Cardenal Bertone señaló que "en cuanto a la reforma de la Iglesia –que es sobre todo una cuestión de interioridad y de santidad– Benedicto XVI nos ha llamado a la fuente de la Palabra de Dios, a la ley evangélica y al corazón de la vida de la Iglesia: Jesús, el Señor conocido, amado, adorado e imitado"."Con el volumen de Jesús de Nazaret y con el segundo que está preparando, el Papa nos hace un gran don y nos recuerda su voluntad de 'hacer de Cristo el corazón del mundo'", añadió.
Luego de explicar que en su pontificado, Benedicto XVI hasta el momento ha hecho más de 70 nombramientos, el Cardenal Bertone advierte que, en los medios seculares, está como "establecida la costumbre de imputar al Papa –o como se dice, sobre todo en Italia, al Vaticano– la responsabilidad de todo lo que sucede en la Iglesia o lo que declara cualquier miembro de las Iglesias locales, instituciones o grupos eclesiales. Esto no es correcto".
"Benedicto XVI es un modelo de amor a Cristo y la Iglesia, la persona que es Pastor universal, la guía en la vía de la verdad y la santidad, indicando a todos la medida alta de la fidelidad a Cristo y la ley evangélica", añadió.
Lo que es justo, explicó el Cardenal Bertone, "para una correcta información, es atribuir a cada uno (unicuique suum) la propia responsabilidad por los hechos y las palabras, sobre todo cuando estas contradicen patentemente las enseñanzas y el ejemplo del Papa".
"La imputabilidad es personal, y este criterio vale para todos, incluso en la Iglesia. Pero sobre todo el modo de informar y juzgar depende de las buenas intenciones y del amor por la verdad de los periodistas y los medios", explicó el Secretario de Estado.
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